Acompañamiento espiritual

Te ayudamos a recorrer tu camino

acompañamiento espiritual

Un camino espiritual acompañado

¿Qué significa acompañar? ¿En qué consiste el acompañamiento? 

Ir juntos en el camino, compartiendo el mismo pan. Se ve muy bien representado en el evangelio cuando Jesús, narra el proceso de un encuentro personal, en el modo concreto de cómo ayudaba al prójimo y sobre todo como compartía el pan.

¿Para quién?

Dirigido a toda persona que por el hecho de ser bautizada, quiera tener o tenga un trato personal con Dios, y que esté disponible en la escucha de la palabra… y abierto a un amor para  el seguimiento de Cristo. Es lógico que se busque acompañamiento espiritual cuando se avanza en la vida espiritual y se nota que el señor pide mayor entrega, con deseos de identificarse con Cristo, ser otro Jesús para el prójimo. Esta es la razón auténtica por la cual cada cristiano puede desear la ayuda del consejo espiritual.

Desde la espiritualidad cpcr, ofrecemos el acompañamiento como un don del espíritu de Cristo dado de un modo especial a una persona particular, regalo por el bautismo por el bien del cuerpo. Somos muchos cristianos -sacerdotes, religiosos/as, laicos/as- que se sienten llamados a este ministerio para servir a sus hermanos. Y queremos acompañarte, ofrecerte la ayuda para vivir más plenamente el bautismo.

¿Por qué es espiritual? Es espiritual porque dice relación con el espíritu, como fuente y presencia actuante. El acompañamiento facilita y anima nuestro crecimiento al estilo de la vida y misión de Jesús. Es una ayuda que una persona ofrece a otra, para que crezca en su fe y sea ella misma en la realización de la voluntad de Dios. Al decir de S. Ignacio al final de sus cartas, “para que la voluntad de Dios siempre sintamos y en todo enteramente cumplamos” (carta a su hermano Martín, junio 1532, y otras varias).

Hay un impulso interior que pide algo más, pero no en el orden de la eficiencia (hacer muchas cosas), sino en el dejarse hacer por el otro (Dios).

¿Cómo se hace el acompañamiento?

La persona se reúne con el acompañante periódicamente, una vez o dos, al mes. El enfoque de la conversación se enfatiza en varias áreas de la vida del acompañado. 

Las conversaciones entre el acompañante y el acompañado son estrictamente confidenciales y se guardan con profunda reverencia.

¿De qué hablar?  de cualquier cosa que afecte sobre:

• tu vida de oración y sacramentos.
• tu método de oración
• tu forma por vivir como cristiano en el mundo de hoy, como compartir tu fe con los demás
• tu vida apostólica, o simplemente puedes compartir tus alegrías y tus tristezas

El acompañamiento es entrar en relación con una persona con la misión de misión acompañar espiritualmente para ayudar al encuentro con el Señor. Supone siempre una gran dosis de creatividad y docilidad al Espíritu Santo por ambos, para que nos ayude a entrar en la “manera de proceder”.  Todo compartir fraterno es aprender a   querer a tener una conversación espiritual. 

¿Qué aporta el acompañamiento?

Tiene un fin espiritual claro, la santificación, la unión con Dios y el seguimiento de Cristo, la configuración con Cristo…; a estos fines se sigue un proceso personal delimitado en entrevistas sucesivas, para  el conocimiento propio y mutuo , la aceptación personal y sanación de heridas, la capacidad de tomar decisiones para cambiar la dirección o reforma de vida y el conocimiento cada vez mayor de los valores y estilo vital cristiano.

¿Qué se aprende para la vida?  Queremos que cada acompañante aprenda, el “marco”  en donde la conversación es llevada a su punto más álgido, buscando que toda  elección  sea orientada  a hallar deseando , y  queriendo, la voluntad de dios en la vida diaria.

Razones para buscar acompañamiento espiritual

–mejorar la vida de oración y vida parroquial.
–continuar la vivencia de los ejercicios espirituales
–crecer en la relación con Dios e integrarla en lo cotidiano
–identificar experiencias de dios
–discernir y tomar decisiones

Más sobre este acompañamiento

El acompañamiento se lleva a la práctica, durante los ejercicios espirituales y  fuera de los  mismos, en la vida diaria.

Queremos que este servicio fraterno también tenga lugar en los ejercicios espirituales de la vida corriente.

Este servicio puede ser prestado por sacerdotes, religiosos o laicos formados y con experiencia, en  la pedagogía de la  espiritualidad ignaciana.

¿Quieres más información

Correo electrónico

casacristorey@cpcr.es

Teléfono

695901773

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