Gracias Santo Padre, Francisco, por ser instrumento de l

Papa saludando

Aunque comienza una nueva etapa con el Papa Leon XIV, no queremos dejar de recordar el legado del Papa Francisco. Ofrecemos el artículo escrito por Sergio Cardona en nuestra revista Avanzar, sobre el Papa Francisco y su ejemplo de liderazgo. 

 

LIDERAZGO DESDE EL CORAZÓN: APRENDIENDO DEL CORAZÓN DE CRISTO Y DEL    TESTIMONIO DEL PAPA FRANCISCO

 

El liderazgo desde el corazón, inspirado en el Corazón de Cristo y del ejemplo del Papa Francisco, invita a liderar con amor, cercanía y servicio, transformando nuestras relaciones a través de pequeños actos cotidianos de empatía y entrega. Este enfoque desafía los modelos tradicionales, priorizando la humildad y la conexión humana como motores de cambio.

En un mundo lleno de retos, liderar con el corazón se ha convertido en una necesidad. Pero, ¿qué significa realmente liderar desde el corazón? Para los cristianos, el Corazón de Cristo es el modelo perfecto: un líder que ama, escucha y sirve, dispuesto a darlo todo por los demás. Y hoy, podemos leer en el legado último del Papa Francisco, una inspiración contemporánea de este tipo de liderazgo gracias a su encíclica última: Dilexit Nos.

El Corazón de Cristo: amor que transforma

Cuando pensamos en líderes, a menudo imaginamos figuras fuertes, seguras, a veces hasta inalcanzables. Pero Jesús nos presenta algo completamente distinto: un liderazgo basado en la cercanía. Su Corazón nos revela un amor sin condiciones, un deseo constante de estar junto a nosotros, especialmente en nuestras debilidades.

Jesús no solo guio a las multitudes; las amó profundamente. Tocó a los enfermos, escuchó a los excluidos, lloró con los que sufrían. Liderar desde el corazón significa tomar este ejemplo y aplicarlo en nuestra vida diaria: preocuparnos sinceramente por quienes nos rodean, servir sin esperar nada a cambio y ser pacientes con las imperfecciones de los demás.

¿Qué nos enseña Jesús sobre liderar? Primero, que el amor siempre debe estar por delante. Segundo, que el líder no es el más grande, sino el que se pone a los pies de los demás, como Jesús lo hizo al lavar los pies de sus discípulos. Y tercero, que un buen líder no abandona a nadie, incluso si eso significa salir de su camino para buscar a quién está perdido.

Francisco: un líder cercano

Cuando el Papa Francisco fue elegido, no tardó en mostrarnos su visión del liderazgo: una visión que prioriza la sencillez, la cercanía y el servicio. Desde el principio, renunció a muchos de los privilegios tradicionales del papado para enfocarse en estar más cerca de las personas. ¿Recuerdas cuando pidió que rezaran por él antes de dar su primera bendición? Ese pequeño gesto habló de humildad y humanidad.

Francisco no ha liderado desde un escritorio. Le vemos visto visitando prisiones, abrazando a los enfermos, dialogando con personas que piensan distinto. Su ejemplo nos desafía: liderar no es imponer, es acompañar.

En su exhortación Evangelii Gaudium, el Papa nos invita a ser “pastores con olor a oveja”, líderes que están realmente presentes en la vida de los demás. Y también nos recuerda que la alegría es esencial: un líder triste o distante difícilmente inspirará a otros.

Liderar desde el corazón en nuestra vida diaria

Liderar desde el corazón no es exclusivo de grandes figuras como Jesús o el Papa. Todos tenemos oportunidades de liderar, ya sea en nuestra familia, nuestro trabajo o nuestra comunidad. La clave está en cómo lo hacemos.

En la familia, liderar con el corazón significa escuchar con paciencia, ser un ejemplo de amor y ofrecer guía sin imponer. En el trabajo, implica tratar a los demás como personas, no como simples recursos. Es preocuparse por el bienestar de los compañeros y tomar decisiones con justicia y empatía. En la comunidad, liderar desde el corazón es construir puentes, no muros, buscando siempre el bien común.

Desafíos de liderar desde el corazón

No nos engañemos: liderar desde el corazón no siempre es fácil. Requiere valentía, porque va a contracorriente en un mundo que a menudo valora más el poder que el servicio. ¿Cómo enfrentarnos a estos desafíos?

Primero, aprendiendo a confiar. Liderar con amor significa renunciar al control absoluto y creer en las personas y en Dios. Segundo, aceptando la posibilidad de incomprensiones. Hablar desde el corazón puede parecer un signo de debilidad para algunos, pero es la mayor fortaleza. Y tercero, sabiendo equilibrar la compasión con la justicia. Amar no significa evitar decisiones difíciles, sino tomarlas con misericordia.

Conclusión

El liderazgo desde el corazón, inspirado en el Corazón de Cristo y en el ejemplo del Papa Francisco, es una forma poderosa de transformar nuestras relaciones y comunidades. No se trata de grandes gestos heroicos, sino de pequeños actos cotidianos de amor y servicio.

Todos estamos llamados a liderar de esta manera, sin importar nuestro rol o posición. La pregunta es: ¿estamos dispuestos a dejar que nuestro corazón se transforme para reflejar el amor de Cristo? Si lo estamos, descubriremos que el verdadero liderazgo no solo cambia a quienes nos rodean, sino también a nosotros mismos. Descubrimos que todo es obra de Dios, nuestros éxitos y nuestros fracasos aparentes.

 ARTICULO DE LA REVISTA AVANZAR N.º DE ENERO -FEBRERO por Sergio Cardona Patau

“Descubramos la ternura que nuestro padre celestial tiene a cada uno. Que resplandezca la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado.” Papa Francisco + 21-04-2025

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